En el duelo entre Países Bajos y Rumania, por los octavos de final en la Eurocopa 2024, ocurrió una situación por demás peculiar.
Mientras los neerlandeses ganaban por dos goles de diferencia, un avance se fue sobre el arco rumano y, en esos momentos, el arquero Florin Nita tuvo que padecer que los hinchas propios ¡le tirasen zapatillas al campo de juego!
Finalmente el gol se concretó, pero el guardavalla no tuvo la culpa.
Una perlita de esas que no se olvidarán fácilmente.