Los diputados de izquierda y de ultraderecha tumbaron este miércoles al gobierno del primer ministro francés, Michel Barnier, entre llamados a la dimisión del presidente Emmanuel Macron en plena crisis política en la segunda economía de la Unión Europea.
El conservador Barnier cayó en una moción de censura que reunió 331 votos procedentes de la izquierda y la extrema derecha (bastaba con 288), tres meses después de su nombramiento para el cargo. Es la primera vez desde 1962 que un primer ministro cae por un voto de censura.
La coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) y la ultraderechista Reagrupación Nacional (RN) presentaron el pasado 2 de diciembre dos mociones de censura contra el gobierno de Barnier, después de que este activase el artículo 49.3 de la Constitución de Francia.
El mecanismo permitía al primer ministro aprobar por decreto y sin apoyo parlamentario los presupuestos de la Seguridad Social para 2025, a menos de que se presentara una moción de censura.
La moción presentada por NFP es la que finalmente ha salido adelante después de que el partido de Marine Le Pen la haya apoyado, tal y como avanzó que harían.
Según el artículo 50 de la Constitución francesa, cuando la Asamblea Nacional vota por mayoría parlamentaria una moción de censura, el primer ministro “debe” presentar su dimisión al presidente de la República, cargo que actualmente ostenta Emmanuel Macron.
De esta forma, se cree que la incertidumbre agrave la crisis política, debido a que Macron no puede convocar elecciones hasta junio de 2025, ya que no se puede disolver la Asamblea hasta un año después de los pasados comicios. Tras la moción de censura, se deberá nombrar a otro primer ministro, pero las normas de Francia no ponen plazos para que esto ocurra.