Las ciudades de San Martín y Junín, en la provincia de Mendoza, amanecieron -hoy miércoles 18 de diciembre- tapizados de restos de hojas y ramas de los árboles que fueron literalmente arrasados por una intensa manga de piedra, granizo, fuertes ráfagas de viento y abundante lluvia. También las calles lucían con mucha basura por el desborde de acequias y desagua pluviales.
Es que, en la provincia cuyana, la Lucha Activa contra el Granizo con aviones, fue desactivada por el gobernador Alfredo Cornejo quien tomó la iniciativa que durante su campaña para ser candidato a gobernador por Cambia Mendoza, Luis Petri, actual ministro de Defensa, planteó como un gasto que no cumplía con las expectativas, básicamente, de los productores agrícolas.
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Luego de la contingencia, que duró unos 10 minutos, iniciada durante la noche de ayer martes, 17 de diciembre, cerca de las 22.30, hoy las críticas de muchos vecinos de esos departamentos del Este mendocino se renovaron debido a los daños que provocó la tormenta. Además de la piedra y el granizo, se reportaron árboles caídos, voladuras de techos, filtraciones en viviendas e inconvenientes diversos como cortes de luz.
A las 09.32 de hoy, la inestabilidad ya se había trasladado a la provincia de Córdoba, permaneciendo el Este de Mendoza bajo una alerta naranja ante posibles frentes de inestabilidad meteorológica. Mientras tanto, las direcciones de Defensa Civil de San Martín y Junín evaluaban los daños con el fin de determinar la cantidad de hectáreas de cultivos que resultaron dañados.
La alerta naranja implica que la región será afectada por tormentas, algunas de ellas localmente fuertes o severas, con lluvias intensas, actividad eléctrica, granizo y ráfagas de viento que podrían superar los 90 km/h. Se prevé que la precipitación acumulada podría alcanzar entre 40 y 70 mm, pudiendo superar estos valores en algunos puntos.
Desde temprano, los equipos municipales comenzaron a recorrer las zonas más afectadas para brindar asistencia a los damnificados. Las acciones iniciales incluyen ayuda para reparar viviendas dañadas y la provisión de elementos de primera necesidad para las familias más afectadas.