El tremendo caso que conmocionó a Mendoza, el femicidio de Florencia Romano, dejó otra vez al descubierto un grave problema de la sociedad: lo difícil de la aceptación de la perspectiva de género. Pasa en todos los segmentos de la sociedad, atraviesa todas las actividades y, cuando no se logra, golpea duro a la comunidad
Por Luis Martínez, Redacción Jornada
Un llamado al 911, realizado por un hombre y recepcionado por una mujer, que lo desechó, podría haber cambiado la historia.
El caso caló hondo en la sociedad y nos dejó tristes, Florencia fue asesinada, el hecho policial y todo lo que de él se desprende lo dejamos para otro momento. Ahora nos enfocamos en porqué a nuestra sociedad le cuesta tanto empezar a aceptar la perspectiva de género. Con casos de femicidios en el país que nos impactan, capacitaciones, cursos y Ley Micaela de por medio, parece que las cosas no han cambiado mucho y se siguen produciendo hechos como el de la familia Romano.
Justamente, la mamá de Florencia, al hablar del tema lo calificó de “irónico”, lo dijo acompañada por sus abogados y atravesada por el dolor. “Lo del CEO nos ha dolido en el alma porque queremos que no le pase a nadie más. No sé si la policía actuó tarde, pero fue un llamado de auxilio”, sostuvo Cristina. “Es irónico, porque llamaron por un caso de violencia de género y atendió una mujer. Y llamó un hombre. Es irónico”.
Porqué cuesta tanto que todos, abogados, policías, jueces, funcionarios, en fin, ciudadanos todos entendamos cabalmente el tema. Es lo que intentamos establecer en esta nota.
La claridad de una especialista
Stella Spezia es abogada, especialista en la materia y titular de la Dirección de la Mujer, Género y Diversidad “Dra. Carmen María Argibay” del Poder Judicial de Mendoza.
Jornada le preguntó porque cuesta tanto aceptar la perspectiva, especialmente en Mendoza. Nos dijo “El femicidio de Florencia saca a la luz otra vez la otra pandemia que existe desde hace siglos, las violencias extremas contra mujeres, el asesinato de las mujeres por ser mujeres, por pertenecer al género femenino. Para comprender lo que es ver desde una perspectiva de género, hay diversas formas, una puede ser comenzar por entender lo que es el “androcentrismo” o mirada androcéntrica, que es ver, comprender e implementar políticas públicas y acciones concretas para satisfacer las necesidades y expectativas de los varones, de las personas que pertenecen al género masculino”.
El ‘androcentrismo’
Ahora bien, nos llamó la atención un término utilizado. El ‘androcentrismo’, bueno preguntamos ¿qué es?, le pedimos que nos explicara. Stella nos dijo “La humanidad, las ciencias, las instituciones, todo ha centrado los análisis y las visualizaciones en las necesidades y expectativas de los hombres y fueron diseñadas por personas pertenecientes al género masculino. Es decir, desde siglos la perspectiva ha sido androcéntrica y aplicada tanto por varones como por mujeres”.
“A partir de los estudios y avances de los movimientos y teóricas feministas se comenzó a construir otra perspectiva, otra mirada, una perspectiva de género para incluir a la otra mitad de la humanidad invisibilizada, sometida, subvalorada y no considerada: las mujeres y personas pertenecientes al género femenino. Un ejemplo entre las autoras que han construido una perspectiva de género y ha analizado el androcentrismo en el Derecho y en la administración de justicia, es la jurista feminista costrarricense Alda Facio”.
Todavía conmovidos por lo que ocurrió con Florencia, con una sociedad movilizada y con un gran dolor ella no dudó en afirmar “NO MIRAR CON PERSPECTIVA DE GÉNERO es actuar con discriminación y tolerar o ejercer diversas formas de violencias contra mujeres, al no ver ni comprender las necesidades, expectativas y DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES A LOS QUE EL ESTADO ARGENTINO SE HA OBLIGADO A RECONOCER Y GARANTIZAR, sobre todo en dos convenciones específicas en esta materia: la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Eliminar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará), las que también están reconocidas en el artículo 3 de la Ley Nº 26.585, Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos donde desarrollen sus relaciones interpersonales”.
El análisis de cómo funciona el sistema
“A pesar que la Dirección de la Mujer, Género y Diversidad “Dra. Carmen María Argibay” de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, juntamente con la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, realiza capacitaciones en perspectiva de género desde hace ocho (8) años y en forma intensiva desde que se sancionaron las Leyes Micaela Nº 27499 y 9196, falta mucho para que operadores/as judiciales incorporen una perspectiva de género en la administración de justicia. Por ejemplo, hay mucha resistencia para aplicar el término “femicidio”.
“Se asignan recursos materiales y humanos para reformas judiciales para agilizar la gestión de los procesos judiciales, pero no se asignan recursos materiales ni humanos para ampliar y fortalecer los servicios esenciales -sobre todo en tiempo de pandemia por Covid-19- en intervenciones en situaciones de violencias contra mujeres”.
“Las violencias contra mujeres deben ser atendidas con los recursos materiales y humanos necesarios, equipos interdisciplinarios debida y continuamente capacitados en perspectiva de género y violencias contra mujeres, porque estamos ante un problema complejo que requiere servicios integrados por profesionales y personas debidamente capacitados/as y que estén coordinados entre sí”.
“El femicidio de Florencia su pudo evitar y muchos otros más. Para ello en Mendoza hay que dar prioridad de política pública a las violencias contra mujeres e implementar las acciones concretas que requieren ESTOS SERVICIOS ESENCIALES EN VIOLENCIAS CONTRA MUJERES (ONU Mujeres, 2020)”, cerró Spezia.
Los fríos números
En la provincia la situación de pandemia, una situación que es probable que se extienda en el tiempo ante la evolución de la cepa del Covid que complica la situación sanitaria, provocó el aumento en los casos de violencia de género. Y tanto complica que, según el Registro Nacional de Femicidios de la Corte Suprema de Justicia, en el 2019 en la Argentina hubo 268 víctimas fatales. Pero entre el inicio de la cuarentana, el 20 de marzo, y el 31 de octubre se cometieron 169 casos, cuando en igual período de 2019 hubo 159 y en 2018 se registraron 164 según el Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación.
Ya no hay espacio para tibios, grises o que miran para otro lado. La sociedad está en medio de grandes cambios, uno de ellos es entender, aceptar y aplicar la perspectiva de violencia de género para que casos tremendos y dolorosos como el de Florencia “Nunca Más”.