Courtney Tillia abandonó las aulas para convertirse en modelo de Only Fans y confirmó que acumuló más de un millón de dólares luego de abrir tres cuentas diferentes en los últimos tres años.
La mujer acumuló su fortuna al crear un modelo de negocio que tiene tres partes: una cuenta gratuita, otra que ofrece merchandising y una página VIP en donde ofrece fotos y videos sexuales.
La mujer, que actualmente reside en Los Ángeles (California), sostuvo en una entrevista con el medio TMZ que lo que recaudó en estos 3 años le hubiese demandado más de 25 años de trabajo como docente.
Además, detalló que recolectó la mayor cantidad de efectivo a través de su página VIP, generando alrededor de US$ 380.734 en suscripciones mensuales y US$164.660 adicionales por mensajes con los fanáticos. Los clientes satisfechos también han donado un total de US$ 50.045 en propinas.Expresó que no le preocupa lo que piensen sus hijos acerca de lo que hace y que se encargó, junto a su esposo, de enseñarles a “tener una mente abierta y no avergonzar a otros por lo que hacen para ganarse la vida”.
Hace un año, en diálogo con The New York Post, Tillia reveló: “Gano cuatro veces el ingreso anual que ganaría como maestra, aún más durante la pandemia porque la gente estuvo atrapada en casa, queriendo disfrutar de mi contenido”.
“Cuando yo era maestra, mi familia realmente luchaba financieramente. OnlyFans me permite la libertad financiera. Puedo proporcionar todo lo que mi familia necesita y más”, indicó.
Sobre su labor como docente, contó: “Estuve enseñando a estudiantes con necesidades especiales en una escuela alternativa en Phoenix durante seis años. De repente me encontré en un lugar realmente oscuro, empecé a odiar mi trabajo y esa oscuridad comenzó a extenderse a otras áreas de mi vida”.
Tillia renunció finalmente a su empleo en 2016. Con la ayuda de Nick, su esposo, comenzó a entrenar asiduamente y a perfeccionarse en el culturismo y el modelaje físico.
Su primera experiencia ante una cámara fue como modelo fitness. Un fotógrafo le preguntó si quería hacer las producciones con lencería o desnuda: “Al principio estaba nerviosa, pero una vez que empezamos me sentí tan liberada y libre. Finalmente fui yo otra vez”.
Respecto a su nuevo trabajo agregó: “supongo que soy una trabajadora sexual, pero no me avergüenzo de eso. Trabajo con cientos de mujeres en todo Estados Unidos, Australia, Europa y en todas partes. Siento que estoy ayudando a esos clientes a superar la vergüenza y la culpa que se les ha impuesto por querer ser libres para expresar su sexualidad”.
Y completó: “Me siento mejor que nunca. Cambié mi vida económicamente y estoy modificando la de otras mujeres. Solo soy feliz siendo yo misma”.