El actor cómico, devenido en opinador serial de cualquier cosa, justificó de manera llamativa las guerras en el mundo.
Alfredo Casero supo ser en algún momento un actor de culto, un referente de una generación en la que también se destacó Diego Capustto, quien se sigue destacando.
Pero hace años se convirtió en un personaje más vinculado con lo reaccionario y grotesco que con lo que supo construir de si mismo.
De todos modos, pese a todo siguen sorprendiendo algunos de sus dichos, como el de justificar una guerra.