Las costumbres cambian, pero la tranquilidad sigue siendo una de esas cosas que no se negocian a pesar de los contextos y las circunstancias. Somos una sociedad acostumbrada a readaptarse y a acompañar de la mejor manera los vaivenes económicos y sociales y en esa búsqueda de encontrar calidad de vida es que aparecen nuevas formas de vivir más tranquilo