Un feroz incendio forestal en Gironda, en el suroeste de Francia, que golpeó la zona el pasado julio, volvió a estallar y se extendió al vecino departamento de Landas. Alrededor de 6.000 personas fueron evacuadas en las últimas 24 horas y decenas de casas quedaron destruidas. Las llamas se propagan en medio de una intensa ola de calor, una sequía histórica y la masiva presencia de yesca