La Unidad destinada a acompañar el cambio de paradigma social mediante el diseño de políticas de prevención, contención y concientización en temáticas relacionadas con el género y la diversidad, organizó dos encuentros en el marco del reconocido 8M.
La propuesta, dirigida particularmente a personal femenino de la zona Oeste y zona Centro, apuntó a generar espacios de diálogo y construcción entre las mujeres del Servicio Penitenciario, en relación al lugar que ocupan en la sociedad y cómo lo habitan desde sus construcciones identitarias.
Las jornadas comenzaron con una actividad lúdica, con el fin de profundizar en las problemáticas que atraviesan las mujeres trabajadoras, para luego dar paso a la formación de comisiones e iniciar los respectivos debates.
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Una vez finalizado el trabajo en estos espacios de diálogo, se realizó una puesta en común para, colectivamente, dar paso a la pluralidad de voces, lo cual propició el intercambio horizontal entre las mujeres y enriqueció la labor diaria del personal.
La institución intenta que quienes trabajan en cárceles participen en encuentros para hacer visible lo invisible y se ponga en palabras la importancia que generan en la sociedad las acciones y revoluciones cotidianas, promovidas por las mujeres.
La titular de la Unidad de Mujeres y Disidencias del Servicio Penitenciario de Mendoza, Nahir Otero, expresó que “generar estos espacios colectivos de construcción en el reconocimiento de nuestros derechos como mujeres trabajadoras y en la necesidad de continuar una lucha, con el marco de la resistencia que nos atraviesa, nos permite ser protagonistas activas para no tener que retroceder en las conquistas realizadas. En un mundo que hoy aún cree que somos iguales, seguimos buscando la equidad”.