Desde hace un tiempo, se busca generar una mayor conciencia en la población mundial sobre los riesgos que supone para la salud un golpe de calor. Sin duda, esta es una patología que ha ganado gran protagonismo en los últimos años, puesto que con el cambio climático, cada vez es más el aumento de las temperaturas, lo que trae una serie de disfunciones metabólicas que pueden ocasionar la muerte si no son abordadas de forma inmediata.
Si bien se suelen destacar diversas medidas para prevenir este trastorno, muy poco se habla sobre la evidente conexión que existe entre los hábitos alimenticios y la posibilidad de padecer de un golpe de calor. Como aseguró Giulianna Saldarriaga, nutricionista de la Clínica Internacional a Bienestar, la nutrición es un factor clave y decisivo, ya que afecta directamente en nuestra capacidad para regular la temperatura corporal en condiciones de calor extremo.
“Definitivamente, una alimentación balanceada puede contribuir a mejorar la resistencia física y ayudar al cuerpo a adaptarse a temperaturas elevadas. Por esta razón, la hidratación adecuada, la elección de alimentos frescos y ligeros y la atención a las necesidades nutricionales específicas durante la ola de calor, son puntos fundamentales para evitar dicha condición y mantener un bienestar óptimo en climas cálidos”, expresó la profesional.
El golpe de calor es causado por la exposición prolongada a temperaturas extremas y puede tener consecuencias graves para la salud si no se aborda adecuadamente.
El cuerpo hidratado durante las altas temperaturas
Para mantener el organismo hidratado durante la primavera y verano, es muy importante consumir una variedad de alimentos con alto contenido de agua. En efecto, frutas como la sandía, naranja, coco, melón, piña y kiwi son opciones deliciosas y refrescantes que no solo proporcionan líquidos, sino también nutrientes esenciales. De igual manera, las verduras como el pepino, tomate, lechuga y berenjena son excelentes alternativas que contribuyen significativamente a la hidratación, según la nutricionista.
Cuál es la importancia de la hidratación
La hidratación desempeña un rol importante en la prevención de problemas de salud relacionados con el calor, ya que ayuda al cuerpo a funcionar correctamente y a regular la temperatura.
En concreto, si no se tiene suficiente líquido en el organismo, las funciones esenciales no se realizan adecuadamente y los órganos pueden fallar, puesto que no reciben los nutrientes necesarios. Como recalcó la experta de la Clínica Internacional, un episodio prolongado de deshidratación puede causar desde mareos, dolor de cabeza hasta infecciones, cálculos, convulsiones, entre otros síntomas.
Cuando hablamos de calor extremo, es fundamental mantenerse hidratado, motivo por el cual, se debe reponer los electrolitos que se suelen perder mediante la sudoración. Por ello, es necesario consumir suplementos hidratantes que sean ricos en este mineral, pero que además contengan componentes, como sodio, potasio y magnesio.
Asimismo, es importante recordar que, ante situaciones de altas temperaturas, es vital consumir una buena cantidad de agua, la cual va a depender de una serie de factores, como la contextura física o la actividad que realiza cada persona; sin embargo, esta puede ir desde los 2.5 a 3 litros en promedio”, mencionó Lipovestky.
Cómo mantener una dieta saludable
De acuerdo con Giulianna Saldarriaga, se deben realizar preparaciones ligeras a base de alimentos frescos como ensaladas, puesto que son las alternativas más efectivas para regular la temperatura corporal. Igualmente, es aconsejable ajustar los horarios de comida durante los días calurosos, por lo que es necesario distribuir la ingesta a lo largo del día para facilitar la digestión y evitar la sensación de pesadez.
Es fundamental aumentar la ingesta de líquidos durante los días calurosos para prevenir la deshidratación y ayudar al cuerpo a regular la temperatura.
Fuente: La Nación
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