Según el diccionario, y cómo se utilice, la palabra Vertical puede ser adjetivo o sustantivo. Pero para quienes formamos parte del día a día de Rosell Boher, es mucho más que eso: es la oportunidad única de conocer una historia a partir de lo que mejor hacemos, nuestros vinos. Para recorrer los caminos que nuestros enólogos soñaron para las tres primeras añadas de la línea; para experimentar una comparación única en su evolución y disfrutar de tres blends que, a pesar de contar con diferentes conformaciones, tienen un gen en común: ser Gran Reserva.
2013, 2014 y 2015 podrían ser sólo números, pero en este caso son el pasaporte, la llave, para abrir la puerta y dejarse atrapar por la magia que sólo 500 afortunados tendrán la posibilidad de conocer. Bienvenidos a esta, nuestra primera Vertical.
Aquella primera cosecha, estuvo conformada por 90% Malbec y 10% Merlot. Hoy, a la vista se muestra como un vino de color rojo brillante, con tonalidades naranjas propias del paso del tiempo, con lágrimas definidas y elegantes. Aromas a frutas secas como pasas de uva y ciruelas, y aparece algo refrescante y especiado que acompaña bien con las notas de vainilla y café propias de la madera. En boca, aparecen sabores a mermeladas y frutas secas. Es un vino vibrante, profundo y elegante. De gran estructura polifenólica y con taninos dulces que lo hacen pleno.
La añada 2014 la conformaron 60% de Malbec, 30% de Cabernet Sauvignon y 10% de Merlot. Y ya se ha transformado en un vino de color rojo, con tonalidades naranjas propias del paso del tiempo, con lágrimas definidas y elegantes. En nariz, higos secos, y aparece algo especiado y piracínico, propio del Cabernet Sauvignon, del tipo de pimientos que se acompaña bien con la madera. En boca, sabores a mermeladas y frutas secas. Es un vino amplio, de buen peso y elegante.
El tercer vino, 2015, lo integraron 60% de Malbec, 25% de Merlot y 15% de Cabernet Franc. Es de color rojo oscuro intenso, con tonalidades naranjas propias del paso del tiempo. Se perciben frutas rojas como guindas y cerezas bien maduras, y en concordancia con el paso por madera se torna bien compleja. En boca, aparecen sabores a mermeladas y frutas secas. Es un vino equilibrado, robusto, de buena acidez y complejidad.
El precio de cada uno de los estuches numerados, será de $30.000. Sin dudas una oportunidad única para viajar con los sentidos y conocer nuestra historia. Para recorrer los caminos que los hacedores, Alejandro Martínez Rosell y Nicolás Calderón, imaginaron en estas primeras añadas de Gran Reserva. Para entender por qué, soñamos el tiempo, y lo encontramos.
Más información: rosellboher.com