En Wembley, Inglaterra se impuso con contundencia a Alemania venciéndola por 2 a 0 para avanzar a los cuartos de final de la Eurocopa. Fin de una era para los germanos ya que Joachim Löw deja el Seleccionado teutón tras 15 años
La Selección de fútbol de Inglaterra avanzó a los cuartos de final de la Eurocopa al superar con contundencia por 2 a 0 a su par de Alemania, en Wembley, gracias a los goles de Raheem Sterling y Harry Kane en el segundo tiempo, alejando todos los fantasmas y las dudas en torno al DT Gareth Soutghate y poniéndole fin a la era de Joachim Löw al frente de la Mannschaft.
En una reedición de la semifinal de la edición de 1996 y en el mismo escenario, los Three Lions pudieron esta vez cambiar el guion de aquella fatídica noche, en la que Gareth Southgate falló el último penal de la tanda que obligó a decidir al ganador.
Sterling y Kane, como goleadores, y Jack Grealish, como revulsivo, redimieron al ahora seleccionador inglés. Ahora, esperan al ganador del Suecia-Ucrania en cuartos.
Mientras, Löw pone fin a su etapa de 15 años al frente del combinado germano, coronada con el Mundial de Brasil 2014. Todo tras un duelo que ha supuesto la primera derrota alemana en Wembley desde 1975.
Los más de 40.000 espectadores presentes en la Catedral del Fútbol disfrutaron de un duelo de alternativas, pero sin un dominador claro en los primeros 45 minutos.
En la segunda parte, apenas comenzada, Jordan Pickford tuvo que actuar para desviar una espectacular volea de Kai Havertz cerca del travesaño. Ni el hecho de contar con sus dos centrocampistas de contención amonestados -Phillips y Rice- cambió los planes de Inglaterra, que dio entrada a un Grealish que resultó vital.
Corría ya el minuto 75 cuando el centrocampista del Aston Villa recibió un balón de Harry Kane y sirvió para Shaw, que puso el perfecto pase de la muerte para que Sterling rematara de primeras y batiera a Neuer.
Un error del propio jugador del City estuvo a punto de ser aprovechado solo unos minutos más tarde por Müller, que sin embargo falló en el mano a mano con el arquero británico tirando la pelota afuera de manera increíble.
Con Alemania volcada en búsqueda del empate, Kane se encargó de poner fin a la incertidumbre; Shaw robó un balón en el centro del campo, condujo hasta el área y abrió para la llegada de Grealish, que puso un centro que el delantero del Tottenham convirtió en gol. La venganza estaba completada.